La Central Sindical Independiente de Funcionarios (CSIF) informa que ha tenido conocimiento de «un intento de agresión muy violento, acompañado de insultos y amenazas verbales a una profesora en un centro de nuestra ciudad, que no llegó a más porque varios profesores pudieron contener al estudiante, que se mostró extremadamente violento y agresivo».
«El equipo directivo hizo lo apropiado y lo que la normativa le permite: avisó al Grupo de Menores de la Policía y decretó la apertura de un expediente disciplinario al alumno con la consecuente expulsión temporal del centro mientras este se resuelve», señala Luis J. Escobar, presidente del Sector de Educación.
Por otro lado, el sindicato relata otro suceso en otras instalaciones educativas diferentes: «En otro centro, entraron cuatro personas encapuchadas que sembraron el temor entre la comunidad educativa. Afortunadamente, abandonaron el centro sin mayores consecuencias, pero dejando un sentimiento de inseguridad entre todos los que vivieron el suceso».
De este modo, desde el Sector de Educación del grupo sindical lamentan que «esta es una situación tristemente frecuente en nuestras aulas».
«Las causas están ya más que determinadas y bastante acentuadas tras la pandemia: existe una sociedad cambiante a ritmo vertiginoso, con un descontrolado mal uso de las tecnologías, en la que el acceso a contenidos violentos e inadecuados para los menores de edad está completamente fuera de control y es a menudo reproducido en sus vidas cotidianas. Personajes, no siempre bienintencionados, ni con una actitud adecuada, están reemplazando el rol de progenitores y docentes en la educación de nuestros hijos e hijas», critican desde CSIF.
Peticiones a la Administración educacitiva
Así pues, CSIF exige a la Administración educativa que «tome cartas en el asunto y no se desentienda de sucesos como los acontecidos en nuestros centros, que sin duda no son los primeros ni serán los únicos en nuestra ciudad». Por ello, exigen que exista una dotación para seguridad y que tanto docentes como estudiantes vean las aulas como un lugar seguro; la redacción de protocolos de actuación ante casos de agresión, bullying, acoso sexual, LGTBIfobia y «otros males que se manifiestan tan frecuentemente en nuestras aulas»; la contratación de un mayor número de profesionales de la orientación educativa para realizar una labor de prevención ante actitudes violentas o disruptivas y más profesionales de apoyo para poder atender las necesidades específicas del alumnado, personal sanitario y cuidadores.
Finalmente, desde el CSIF recuerdan que disponen del programa CSIF AYUDA PROFES, un servicio gratuito de asistencia psicosocial para todos los docentes.
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