La Guardia Civil ha procedido de nuevo al rescate y auxilio de ocho personas, migrantes que se habían ocultado en un camión de hierros y chatarra, en su afán de viajar como polizones hacia la península.
Los hechos tuvieron lugar en la mañana del 13 de julio, cuando el servicio de registro de la Guardia Civil en el puerto activó la máquina de latidos del corazón a un camión que iba a embarcar en un buque con destino a Almería, cargado con toneladas de chatarra, la mayoría hierros prensados y de gran tamaño, además de chatarra de aluminio y otros elementos metálicos.
En el registro del camión se han localizado hasta un total de ocho
personas, siete de ellos ocultos en los “nidos o chimeneas”, construidos por ellos mismos, utilizando en esta ocasión “vigas de hierro a modo de techo, sobre una chapa”, como a un metro de profundidad de la carga, lugar donde se habían ocultado, siendo muy peligroso por su inestabilidad y composición con multitud de aristas y frentes cortantes.
El octavo, se había ocultado entre los ejes del camión, lugar igualmente muy peligroso y que desafortunadamente en otras ocasiones ha dado lugar a accidentes con víctimas, habiéndose construido en ese lugar “un doble fondo”, utilizando “tablas de madera, pintadas del mismo color que los bajos”, para que pasase desapercibido en la inspección visual.
La Guardia Civil ha querido remarcar, una vez más, la situación tan delicada que comportan estas actuaciones y el gran riesgo que corren estas personas, además de por los riesgos de las cargas, por las altísimas temperaturas que soportan en esos nidos construidos y la falta de aireación.
El rescate, que ha durado varias horas, se ha llevado a cabo en unas condiciones de máxima dureza también para los guardias civiles actuantes, a consecuencia del calor, la humedad y las altas temperaturas, que conlleva un sobreesfuerzo para tratar de llegar hasta esas personas que, en el afán por alcanzar su meta, ponen en riesgo su propia vida.
Todas las personas auxiliadas en esta actuación son varones jóvenes, magrebíes indocumentados y mayores de edad, encontrándose todos ellos en buen estado de salud tras el rescate.
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