
Las altas temperaturas pueden tener una serie de efectos negativos sobre nuestra salud como calambres, deshidratación, insolación o golpe de calor, que son especialmente preocupantes en la población infantil y en las personas mayores.
Pero los efectos adversos para la salud de las olas de calor se pueden prevenir en gran medida siguiendo consejos muy sencillos y llenos de sentido común, que se añaden a los consejos para protegerse del COVID-19.
Cruz Roja recuerda una serie de pautas sencillas en el día a día para poder disfrutar del calor y del verano con más seguridad:
- Mantenerse alejado del calor. Evite salir y realizar actividades extenuantes durante el momento más caluroso del día.
- Mantener el hogar fresco. Use el aire nocturno para enfriar su hogar. Reduzca la carga de calor dentro de casa durante el día usando persianas y apagando la mayor cantidad posible de dispositivos eléctricos.
- Mantener el cuerpo fresco e hidratado. Use ropa ligera que transpire y de colores claros, tome duchas o baños fríos y beba agua regularmente, evitando las bebidas azucaradas, alcohólicas o con cafeína.
- Si tiene que permanecer en el exterior procure estar a la sombra, use ropa ligera y de color claro, protéjase del sol, use sombrero, protección solar y gafas de sol adecuadas. Utilice un Calzado fresco, cómodo y que transpire.
- Mientras se cuida, planifique ver a sus familiares, amistades y vecinos que pasan gran parte de su tiempo solas.
- Si tiene problemas de salud, consulte con su médico acerca de las medidas suplementarias que debe adoptar si padece alguna enfermedad de riesgo. Siga tomando sus medicamentos. No se automedique.
- Si se encuentra mal a consecuencia del calor, pare la actividad que esté desarrollando, intente situarse en un lugar fresco y pida ayuda. Si tiene síntomas relacionados con la COVID-19, recuerde permanecer en casa.

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