La Ciudad Autónoma de Melilla ha experimentado, durante las últimas semanas, varios terremotos de diversas magnitudes que oscilan entre 2 y 3 en la escala Richter, siendo el de mayor notoriedad hasta la fecha el acontecido la madrugada del domingo, 2 de mayo, sobre las 00:10 hora peninsular, de magnitud 4.1 e intensidad máxima observada de III, según cálculo revisado del Instituto Geográfico Nacional.
En la definición de Grados de intensidad, el III se cataloga como “Débil”, siendo sus efectos generalmente los siguientes:
- El terremoto es sentido por algunos dentro de edificios. Las personas en reposo sienten un balanceo o ligero temblor.
- Los objetos colgados oscilan levemente.
- Ningún daño.
Desde la sala de Emergencias 112 de Melilla se ha informado de que tras el seísmo de la madrugada del sábado al domingo se registraron una decena llamadas solicitando información, requiriendo solamente una de ellas la activación del protocolo de aviso a Bomberos por la aparición de grietas en la pared de una vivienda, sin que revistiera gravedad alguna.
Melilla se encuentra situada en una zona de peligrosidad sísmica, al situarse en un área de convergencia entre las placas euroasiáticas y africana, cuyo contacto se encuentra en el fondo del mar de Alborán, detectándose multitud de terremotos superficiales, principalmente al norte de la falla de Carboneras y en la zona de Alhoceimas y falla de Al Idridi, así como la existencia de un conjunto significativo de terremotos de profundidad intermedia (40-120Km) y otros que ocurren de manera esporádica con más de 600 km de profundidad.
Ante la frecuencia de estos fenómenos, las medidas de prevención ayudan a reducir el daño que pueda derivarse de este tipo de fenómenos y con el objetivo de practicar la coordinación de medios y capacidades locales y nacionales, en caso grave, nuestra Ciudad es, de forma regular, escenario de Simulacros multirriesgos de Nivel 2 enfrentándose a diferentes contextos entre los que destacan, la actuación ante los daños que pudiera ocasionar un terremoto, todo ello en estrecha colaboración con organismos oficiales, entre los que destacan: UME, SPEIS, FFCCSS, Salvamento marítimo, Protección Civil, 112, INGESA, Cruz Roja España, IAE y Colegio Oficial de Psicólogos.
Actualmente no existe ningún método capaz de predecir el tiempo, lugar y magnitud de un terremoto. Esta dificultad radica en el comportamiento no lineal y bastante caótico que tienen los movimientos sísmicos.
Adicionalmente, Seguridad Ciudadana recuerda las pautas de autoprotección, facilitadas por la Dirección General de Protección Civil España, que favorecen a la toma de decisiones ante una emergencia de este tipo.
MEDIDAS DE PREVENCIÓN ANTE EL RIESGO DE TERREMOTOS
Si se vive en una zona de riesgo de sufrir un terremoto, conviene adoptar una serie de medidas preventivas, tales como:
En relación a la estructura del edificio:
- Revisar, controlar y reforzar el estado de aquellas partes de las edificaciones que primero se pueden desprender, como chimeneas, aleros o balcones.
- Revisar, asimismo, aquellas instalaciones que pueden romperse: tendido eléctrico, conducciones de agua, gas y saneamientos.
En relación al interior de la vivienda:
- Extremar las precauciones en cuanto a la colocación y sujeción de algunos objetos que pueden caerse, en especial los pesados y los que pueden romperse como lámparas, espejos, botellas, etc.
- Tener un especial cuidado con la ubicación de los productos tóxicos o inflamables, a fin de evitar que se produzcan fugas o derrames.
MEDIDAS DE AUTOPROTECCIÓN A ADOPTAR DURANTE UN TERREMOTO
Si se produce un terremoto de una cierta intensidad, intente concentrar la atención en evitar riesgos y tenga en cuenta las siguientes recomendaciones:
Si está en el interior de un edificio es importante:
- Buscar refugio debajo de los dinteles de las puertas o de algún mueble sólido, como mesas o escritorios, o bien, junto a un pilar o pared maestra.
- Mantenerse alejado de ventanas, cristaleras, vitrinas, tabiques y objetos que pueden caerse y llegar a golpearle.
- No utilizar el ascensor, ya que los efectos del terremoto podrían provocar su desplome o quedar atrapado en su interior.
- Utilizar linternas para el alumbrado y evitar el uso de velas, cerillas, o cualquier tipo de llama durante o inmediatamente después del temblor, que puedan provocar una explosión o incendio.
Si la sacudida le sorprende en el exterior es conveniente:
- Ir hacia un área abierta, alejándose de los edificios dañados. después de un gran terremoto, siguen otros más pequeños denominados réplicas que pueden ser lo suficientemente fuertes como para causar destrozos adicionales.
- Procurar no acercarse ni penetrar en edificios dañados. El peligro mayor por caída de escombros, revestimientos, cristales, etc., está en la vertical de las fachadas.
- Si se está circulando en coche, es aconsejable permanecer dentro del vehículo, así como tener la precaución de alejarse de puentes, postes eléctricos, edificios degradados o zonas de desprendimientos.
Intente responder a las llamadas de ayuda y colaborar con los Servicios intervinientes, pero no acuda a las zonas afectadas sin que lo soliciten las autoridades. Es importante evitar curiosear por las zonas siniestradas; esto es peligroso y además dificultará las labores de rehabilitación.
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