
Este miércoles se ha producido un desahucio en la calle Padre Lerchundi. Los afectados son un matrimonio con siete hijos de 2 meses a 13 años.
La mujer afirma que llevaban tres años viviendo en esta casa cuyas condiciones no son óptimas. La familia vivía anteriormente en un albergue y buscaban una casa y antes de entrar en la vivienda de la calle Padre Lerchundi, acudieron a Emvismesa para preguntar por casas de alquiler pero solo le ofrecían con opción a compra y por tanto, aval y nóminas. Al no tener trabajo ninguno de los dos, siguieron buscando. Según la afectada, la persona que gestionaba el alquiler de la vivienda le entregó hace tres años un contrato “vacío” y les pidió 1.050 euros para entrar en la casa.
Según el Faro de Melilla, la orden de desahucio les llegó hace más de un año, y la vista la tenían el día 19 de marzo del año pasado. Sin embargo, la familia no pudo tramitar medidas legales por el confinamiento.
Actualmente, estarían suspendidos los desahucios sin alternativa habitacional, según el Real Decreto-ley aprobado a finales de diciembre por el gobierno de España. Sin embargo, y ante la falta de información sobre este caso concreto, se desconoce si esta familia podrá tener esa alternativa.
Ante la incertidumbre de la situación, la familia preguntará por la opción de viviendas sociales, ya que la madre de la afectada y abuela de los niños no tiene espacio para toda la familia. Asegura esta mujer que les ayudaba económicamente y denuncia que hayan echado a su hija y su familia en pleno estado de alarma.
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