
Desde la Ciudad Autónoma, asegura Bussian, han tenido la deferencia de no rescindir el contrato, aunque los servicios no se están llevando a cabo y han intercedido con la empresa para que paguen las nóminas ya que, La Ciudad paga religiosamente. Eso sí, insiste en que se trata de un problema entre la empresa y los trabajadores y que, deberían denunciar su situación ante la autoridad laboral.
Sobre la apertura de la instalación, asegura el consejero, que la obra está para por los problemas en las tuberías de acero inoxidable. Un arreglo que podría costar 300 mil euros que la CAM no quiere pagar, esperan que se pueda ejecutar la fianza y no descartan llevar este tema a los tribunales. Aunque no es la principal opción para no retrasar más la apertura de la piscina.
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