Coalición por Melilla se posiciona en contra de abrir el espigón del Dique Sur al tráfico, el cual estaba para uso peatonal y de bicicletas desde la pandemia del COVID19. Para la formación localista, la medida de restaurar al tráfico rodado la zona, supone «un retroceso» en las políticas medioambientales de Melilla, una ciudad «cada vez más agobiada por una excesiva carga de vehículos a motor con respecto a los 12 kilómetros cuadrados en los que habitamos».
En nota de prensa, CpM ha señalado que Melilla cuenta con «una enorme carencia de espacios», y , por ello, insisten en dejar este lugar para los peatones: «Las ciudades, no son únicamente lugares urbanizados o áreas de relación social, sino también espacios que forman parte de la naturaleza y, desde luego, ese pequeño trozo junto al mar, desde que se cerró como consecuencia del Covid, ha servido a los melillenses de auténtico pulmón», ha manifestado el diputado Emilio Guerra, quien ya se postuló en contra de la medida cuando se llevó a efecto.
CpM considera esta cuestión como «algo transversal» que debería definir a todas las fuerzas políticas representadas en la Asamblea de la Ciudad, «para no caer en los viejos errores de siempre». Emilio Guerra considera la necesidad de un «reequilibrio territorial», repensando mejor la distribución de población en espacios urbanos y naturales. El confinamiento, ha agregado, «demostró cómo en nuestras grandes ciudades los espacios verdes urbanos y el mismo espacio público se quedaban pequeños cuando queríamos salir a pasear, a hacer deporte, a jugar… sin poder ir más allá de nuestra calle o barrio».
Guerra estima que con «buena voluntad y entendimiento» se podrían arbitrar medidas alternativas, sumadas a las razones expuestas por la Consejería de Seguridad Ciudadana, para «satisfacer todas las opiniones de los melillenses al respecto». Desde CpM,»están dispuestos a colaborar y apoyar el trabajo para proteger los pocos espacios naturales que tenemos», ha concluido.
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