Juan José Imbroda aseguró en su discurso de investidura que “no existe ningún argumento solvente que justifique una apetencia anexionista por parte de Marruecos” de tal forma que “los argumentos y razones, en derecho internacional, en la historia y en la voluntad expresada por su población son de tal consistencia, que dejan los deseos anexionistas de Marruecos sin ninguna base o fundamento”.
Aclara su deseo de que España y Marruecos “profundicen las relaciones y estrechen lazos de amistad y que sienten bases en la cooperación, solidaridad y el respeto a nuestras respectivas soberanías”. Critica el intento de Marruecos de “ahogar económicamente” a la ciudad y lamenta que no se haya creado ya “una alternativa económica propia sin dependencias fronterizas”.
Reclama la reapertura de la Aduana Comercial y también “que se agilice, flexibilice y se humanice el paso de viajeros por el puesto fronterizo de Beni-Enzar”.
Por otro lado, reitera su intención de reactivar el acuerdo-convenio con Junta de Andalucía que hicimos en 2019 y que inexplicablemente no se ha puesto en marcha.
“Es objetivo prioritario de mi gobierno acercarse más a Andalucía y establecer relaciones fuertes en todos los órdenes”, señala.
En este punto, cree que Melilla “tiene que integrarse más en Europa” y que “hay que demandar del gobierno nacional mayor implicación en este propósito”.
Imbroda señala que se debe conseguir un estatus “similar” a las regiones ultra perifericas basado en las especiales desventajas geográficas de la ciudad y abre la puerta a “hacer lo necesario para negociar nuestra entrada en la Unión Aduanera, siempre que esta no afecte en absoluto a nuestro régimen fiscal”.
Por último, califica de “fundamental” la visita Felipe VI al igual que hiciese Juan Carlos I en el 2007.
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