Este sábado ha tenido lugar el solemne acto de investidura de Juan José Imbroda como presidente de la Ciudad. En su discurso, ha instado a “hacer una nueva Melilla que busque su camino propio y libre de dependencias exteriores” ya que pretenderán alejar a la ciudad de su “raíz y espacio político natural e histórico que es nuestra nación”
Imbroda a destacado que se debe trabaja “por esa alternativa económica propia que nos dé confianza y seguridad en nuestro futuro y que tenga como meta una integración social real y justa, que nos traiga más progreso, más libertad, más solidaridad y más España”.
El presidente local asegura que recibe un mandato “claro y nítido” de los melillenses “para cambiar el estado de cosas” donde reina “la desilusión, la desesperanza y la incertidumbre y me ordena que traiga ilusión, esperanza, certidumbre, estabilidad y progreso”.
“Recibo un mandato que me exige una mayor responsabilidad que es proporcional al importante apoyo recibido”, asevera.
En este punto, señala que el pasado 28 de mayo los melillenses dijeron “basta a viejos modos de hacer antipolítica, y a viejos y peligrosos discursos”. En este punto recuerda la polémica del voto por correo y el uso “torticero y altamente peligroso de usar la religión para captar votos, sin medir las terribles consecuencias que podían tener para la vida en paz de los melillenses y el foso insalvable que se abriría entre la religiones mayoritarias”.
Explica que las políticas de su gobierno “deberán ser siempre integradoras y por tanto deben estar marcados por una dedicación mayor, con las personas más débiles socialmente; no haremos una melilla mejor políticamente, si no conseguimos acabar con el alto grado de riesgo de pobreza que tienen muchas familias melillenses”.
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