En una bronca interpelación, Miguel Marín y Eduardo de Castro se han enzarzado en un cruce de acusaciones a colación de la gestión del presidente durante la crisis del coronavirus.
El diputado del PP critica la compra de 15.000 mascarillas defectuosas o que dijese en una cadena nacional que vive “en una ratonera”.
Marín resalta que ha quedado de “manifiesto” la incompetencia de Eduardo de Castro ahorrando en temas de salud pero invirtiendo en un centro de menores.
De Castro asevera que el PP se dedica solo a hacer política “de tierra quemada” y que su único objetivo es romper el Gobierno para volver al poder.
El presidente local defiende la labor del Ejecutivo durante el Estado de Alarma y destaca el trabajo “incansable” de todos los miembros del Gobierno frente a la crispación que propone el PP.
En el segundo apartado de la interpelación, Marín lamentaba que tras una polémica comparecencia, el presidente local ni pidió disculpas ni dimitió.
De Castro explica que en dicha rueda de prensa no estaba borracho si no que un problema con la medicación hizo que se encontrase mal.
El presidente local critica al PP por su “mezquindad” mientras que Miguel Marín señala que Marín decía que De Castro era “un peligro público para la ciudad”.
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