El próximo mes de noviembre será el juicio por la demanda civil que presentó Eduardo de Castro a Ciudadanos por echarlo del partido. También se suma las acusaciones de Edmundo Bal a De Castro cuando lo tachó de “corrupto”.
De Castro tiene claro que si vuelve a ser readmitido en el partido «si aún existe» con la actual ejecutiva, rechazará volver ya que no quiere formar parte del equipo y de la estrategia política de Inés Arrimadas. Por ello, el presidente local considera que el equipo de la dirigente catalana «debería coger las maletas y largarse» porque «han dejado en la ruina a un partido que tenía buena proyección».
Y en cuanto a los resultados en las elecciones andaluzas, en las que Ciudadanos ha pasado de tener 21 escaños a ninguno, De Castro afirma que es lo que se preveía y que él fue quien no estaba de acuerdo con la estrategia del partido.
En este sentido, Eduardo de Castro lamenta que la formación que se denominaba liberal-progresista no haya tenido éxito en España por sus estrategias y decisiones. El presidente local ha enfatizado que «él es el único dirigente con el que cuentan», o más bien contarían, al haber sido expulsado del partido naranja.
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