Los trabajadores transfronterizos se encuentran en situación de incertidumbre al encontrarse en “un limbo legal”, según ha apuntado UGT Melilla. A pesar de que Delegación del Gobierno informase que hay 52 trabajadores en ERTE en Melilla, todos ellos con residencia legal, muchas personas al otro lado de la frontera no llegaron a recibir su carta de despido, por lo que en teoría seguirían estando contratados parcialmente por las empresas locales.
Según ha manifestado UGT Melilla, muchos de los ciudadanos marroquíes que contactan con el sindicato pretenden presentar demandas por despido improcedente en el consulado al conocer que hay empresarios que han rehusado contactar con ellos y que han contratado a personas residentes en Melilla para trabajar. Esto ha generado descontento entre los ciudadanos marroquíes que trabajaban en la ciudad antes del cierre de la frontera.
En este sentido, actualmente se ha empezado a dar prioridad a las personas residentes en Melilla de forma legal. Según Delegación del Gobierno, los empresarios deben contratar a personas que dispongan de la formación pertinente en el sector y que tienen la obligación de priorizar a los residentes legales solicitantes de empleo de las categorías profesionales que se demandan.
De hecho, actualmente hay aproximadamente medio millar de demandantes de empleo para empleadas del hogar en la ciudad, según Delegación del Gobierno.
UGT Melilla asegura que la gran parte de los marroquíes que se encuentran en situación de incertidumbre formaban parte de los sectores de trabajos domésticos y de la construcción.
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