El Grupo Parlamentario Socialista en la Asamblea ha presentado hoy la moción ‘Un bebé, un árbol’, que tiene como objetivo que cada año se proceda a la plantación de un nuevo árbol, a ser posible autóctono, en aceras, zonas de aparcamiento y plazas de la ciudad por cada bebé nacido y empadronado en la ciudad de Melilla durante el año anterior.
Concha López y Francisco Ruiz Varea, miembros del área de Medio Ambiente del PSOE de Melilla, han explicado que la idea es que se cubran los huecos y alcorques vacíos en aquellas donde se necesite y se creen caminos de sombra para hacer más cómodos y saludables los itinerarios peatonales.
En este sentido, Ruiz Varea ha señalado que, previa autorización de los progenitores, estos árboles llevarán una placa distintiva donde se inscriba el nombre del bebé y la fecha del nacimiento. Posteriormente, se les hará entrega de un diploma con los datos y ubicación del árbol.
“Con la aprobación de esta moción, no solo conseguiremos más árboles que nos den sombra en verano y nos sirvan de parapeto o resguardo de las lluvias y los vientos en invierno, sino que se creará también un vínculo entre los niños y el entorno natural de la ciudad”, ha recalcado
Asimismo, ha aclarado que se trata de la plantación de nuevos árboles en aquellas zonas de la ciudad donde falten, respetando siempre los ya existentes, “haciendo de Melilla una ciudad con mejor calidad de vida y con itinerarios de sombra para poder ir de un sitio a otro andando en buenas condiciones”.
Por su parte, López ha destacado los efectos beneficiosos de las arboledas en la calidad de vida de la ciudadanía, ya que combaten las altas temperaturas en las ciudades, bien sea por las zonas verdes que incrementan la humedad y absorben la radiación o por los árboles que dan sombra, refrescan el aire que pasa entre sus ramas y también evitan que la radiación llegue directamente a las aceras, dotando un mayor confort térmico y acústico a la ciudadanía.
Además, ha explicado que los árboles y arboledas mitigan estos efectos adversos y pueden llegar a marcar una diferencia de hasta 15 grados de temperatura entre aceras con árboles o sin ellos, diferencia que puede alcanzar los 24 grados cuando se trata de hormigón y el asfalto.
Tampoco ha pasado por alto López que el arbolado urbano tiene otros valores medioambientales positivos como la disminución del consumo eléctrico de aire acondicionado de los hogares o la disminución de los contaminantes y gases nocivos de efecto invernadero como el CO2 de la atmósfera, captándolos y depurándolos por sus hojas, que también retienen la carbonilla expulsada por los coches evitando así que terminen en nuestro sistema respiratorio.
Además, ha indicado que los árboles preservan la biodiversidad dando refugio, alimento y abrigo a multitud de aves, imprescindibles para el funcionamiento de la misma.
“Melilla tiene un hermoso patrimonio arbóreo urbano que debe seguir potenciándose no solo por su belleza ornamental, sino, sobre todo, por sus ampliamente comprobados efectos protectores frente al cambio climático”, ha insistido López, a la vez que ha dejado claro que la creación del vínculo afectivo entre la infancia, los árboles y el entorno urbano sostenible “nos proporcionará un futuro de ciudad más amable, más vivible, una ciudad donde el cuidado del medioambiente sea la norma y no la excepción”.
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