Los Veterinarios del Área de Salud Pública señalan que la titular de esta área, Paqui Maeso, está entorpeciendo la labor de los empleados públicos para cumplir la normativa en materia de sanidad animal, debido a los 8 casos de rabia confirmados en Melilla. Denuncian en un comunicado al director general de Salud Pública que la actitud de la consejera se basa en menospreciarlos, amenazarlos y poniendo en duda la honradez del personal. Así lo manifiestan en el escrito que ha sido publicado este lunes.
Asimismo, informan que en los dos últimos años, la inspección veterinaria de Sanidad Animal y Zoonosis, llevada por Javier Burillo, y la Sección Técnica de Sanidad y Consumo, dirigida por Natalia Martínez, han estado alertando a través de informes del peligro que hay en la ciudad al haber varios animales vagabundos y asilvestrados que no están teniendo un control sanitario.
En estos informes se recogían propuestas para organizar el Servicio de Recogida de Animales y se pedía la contratación de una empresa externa para controlar la población de animales asilvestrados, los cuales no se les habría vacunado y por tanto la rabia se podía extender.
Los veterinarios de Salud Pública insisten en que la consejera ha hecho caso omiso en base a “un malentendido y a un exacerbado animalismo” por parte de Paqui Maeso, quien ha estado evitando solicitar informes: «En las reuniones que manteníamos siempre hacía gala de su animalismo por encima de todo, situándolo al mismo nivel que la salud pública», manifiesta el comunicado.
Denuncia de favoritismo y sin tener cuenta criterios de Sanidad Animal
La gestión de la consejera en materia de Bienestar Animal empezó a parecer una «animadversión» por parte de los técnicos a partir de la presentación por parte de los técnicos de un Proyecto de Creación y Control de Colonias Felinas en la ciudad, a través del método CES. Según apuntan, este proyecto fue en principio muy del agrado de la Sra. Consejera, pero, una vez realizadas algunas modificaciones e introducidos algunos cambios por su parte, cuando ya se encontraba sólo a la espera de dotación presupuestaria y de un mínimo personal para llevarlo a cabo, la consejera les indica al Sr. Burillo y a la Sra. Martínez que quería que se le otorgase un protagonismo especial a una determinada asociación animalista. Ante este trato de favor, los técnicos se negaron alegando que existen otras asociaciones y voluntarios particulares que deseaban participar, además de ser los que actualmente ayudan a estos animales con sus propios medios, y alertando, además, que esa modificación iba en contra del propio espíritu del proyecto.
Sin informe técnico veterinario Paqui Maeso le concedió a esa asociación una subvención de 24.000€ para llevar a cabo un proyecto CES en la ciudad, proyecto que no contaba con el informe favorable al no ser adecuado ni completo y, considerando que en Melilla se encuentra el grave problema de la rabia, este tipo de proyectos deben ser muy escrupulosos con todos los protocolos de lucha contra la enfermedad, y por supuesto controlados y liderados por la Administración, no por una asociación privada.
Puede ver el informe completo a través del siguiente enlace:
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