Las autoridades han anunciado la orden de ingreso en prisión para el patrón de la embarcación que el pasado 9 de enero introdujo de manera ilegal a 18 inmigrantes en la ciudad. Se tratan de ciudadanos de distintas nacionalidades, que fueron interceptados todos ellos, junto con el piloto del navío, por la Guardia Civil.
De las investigaciones iniciadas por la Unidad Contra las Redes de Inmigración Ilegal y Falsedades Documentales (UCRIF) de la Jefatura Superior de Policía de Melilla, pudo averiguarse que el sospechoso, de nacionalidad marroquí, integraba una organización criminal formada por cinco personas que operaban entre Marruecos y la ciudad autónoma.
Esta red se articulaba en dos ramas, la afincada en Marruecos, encargada de la captación, alojamiento y transporte de los traficados hasta el punto de embarque en la costa marroquí, y la radicada en Melilla, encargada de organizar el viaje, suministrar las embarcaciones y recepcionar a las víctimas una vez en suelo español.
En cuanto al precio pagado por las víctimas, este variaba en función de la capacidad económica de cada uno, oscilando entre los 500 y los más de 4000 euros.
Según el relato de los propios traficados, el tamaño de la embarcación empleada era insuficiente para alojarlos, lo que unido a las adversas condiciones climatológicas, provocó que la nave comenzase a llenarse de agua mientras el piloto hacia caso omiso del riesgo, acelerando hasta encallar la embarcación en las rocas y poniendo aún más en riesgo la vida de las víctimas, las cuales en su mayoría no sabían nadar, ni disponían de chalecos salvavidas u otro elemento de flotación.
Con esta operación se han logrado detener a tres de los delincuentes, un cuarto en el país vecino, y se siguen intensas gestiones para la detención del último de ellos.
Se el primero en comentar