El representante del sector de vigilantes de seguridad del Sindicato Independiente de Melilla, Francis Aguilar, ha alzado la voz contra las condiciones de precariedad en las que tienen que trabajar sus representados destinados en el Centro de Menores de Purísima.
Aguilar ha declarado que la dirección les responsabiliza de la inseguridad del recinto y ha alegado que, en lo que compete a menores, es responsabilidad de los cuidadores, apoyando la seguridad a éstos cuando se traspasa el umbral de la violencia.
En este sentido también ha denunciado que sus representados apenas tienen medios para frenar los conflictos en el recinto, controlar el acceso a ajenos y ejercer sus funciones de una manera mínimamente digna.
Entre algunos de los elementos que reclaman no sólo a las autoridades, sino también a su propia empresa, están la adquisición de materiales antidisturbios, guantes anti-cortes, y un control exhaustivo de las personas que se desplazan a través de las instalaciones, así como que no debería haber mezcla entre menores de primera acogida y los de restantes módulos porque los efectivos no tienen por qué conocer a los menores ni ejercer de porteros.
Por otra parte, Aguilar ha alertado de lo deficitaria que son las instalaciones en aspectos como la ausencia de aseos separados de los que utilizan los internos, puertas de acceso que no cumplen la Ley de Prevención de Riesgos Laborales y garitas que no tienen las condiciones mínimas para ejercer sus funciones.
Por todo ello, desde el Sindicato han señalado que no descartan dar parte al Comité de Seguridad y Salud de Ciudad Autónoma, y posteriormente a Inspección de Trabajo y Seguridad Privada de la Policía Local.
Se el primero en comentar