Un joven sufre una agresión homófoba por parte de un hombre que le atacó física y verbalmente

La victima acudio a AMLEGA para solicitar ayudar e interpuso en las depencias de la Policía una denuncia

La Asociación Melillense de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (AMLEGA) denuncia que uno de sus usuarios sufrió en la noche del pasado domingo, 29 de septiembre, una agresión homófoba. Los hechos ocurrieron en la Plaza Torres de Quevedo, donde la víctima estaba cenando cuando fue atacada verbalmente por un individuo. Según apunta la denuncia, el hombre le gritó literalmente: «Dios va a quemarte, maric*n, hijo de p*ta. Te han dado muchos derechos aquí, maric*n. Mereces la muerte por los pecados. Dios te va a mandar al infierno».

Según se relatan los hechos en la denuncia, después de insultos de carácter grave por su orientación sexual, la víctima decidió pedir ayuda llamando al 112 al ver que la agresividad iba en aumento, fue entonces, antes de que llegase los cuerpos de seguridad, cuando el usuario de Amlega fue atacado a puñetazos hasta llegar a estar inconsciente. El agresor intentó huir, pero unos viandantes se lo impidieron hasta que llego la policía.

La portavoz de Amlega, Hajar Lagranja, explica que la víctima acudió a la entidad en busca de ayuda para poder interponer la denuncia y solicitar amparo judicial, ya que no habla perfectamente español y también para asistencia psicológica.

«Esto suele pasar mucho porque Melilla es una ciudad conservadora entonces es muy común, y la gente no tiene respeto alguno. Si esto ya sucede con personas lgtb europeas, con un pasaporte rojo, imagina con una persona que viene a solicitar protección internacional, que deja atrás toda una vida, que viene a buscar nuevas oportunidades y que se sienta desprotegido por las instituciones y por la autoridad porque se pone en duda su historia. Se van encontrando una serie de obstáculos que son difíciles de superar y que hacen que vayan perdiendo la esperanza», detalla la portavoz de Amlega, Hajar Lagranja.

Del mismo modo, Lagranja insiste que este tipo de situaciones son frecuentes en Melilla y que desde la entidad denuncia todo este tipo de delitos de odio, incidiendo en que hay que desarrollar un protocolo de actuación ante estos casos y que hay que educar en la tolerancia para evitarlos e insiste en que «estas personas son personas y lo que quieran hacer con su vida están en su libertad; que cada uno haga lo que quiera».

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