El programa de Educadores de Calle cumple un mes y durante este tiempo han comprobado que hay 115 menores viviendo en las calles de Melilla. Esta iniciativa cuenta con 44 trabajadores que en algunos casos han intervenido en intentos de suicidio de los jóvenes.
El viceconsejero del Menor resalta el trabajo realizado por el programa de Educadores de Calle en el mes que está en funcionamiento. Abderrahim Mohamed explica que los 44 empleados para esta medida se reparten en distintos barrios de la ciudad en turnos de mañana y de tarde.
Se realizan diversos talleres e incluso han intervenido en intentos de suicidio.
Este programa social ha detectado que hay hasta 115 menores viviendo en las calles de la ciudad, 30 de ellos en la escollera del puerto. Los educadores de calle les invitan a acudir a los centros tutelados pero se niegan por no querer ajustarse a unos horarios en la mayoría de los casos.
Mohamed comenta que hasta el 30% de estos jóvenes son de nueva entrada, un dato sorprendente teniendo en cuenta que la frontera está cerrada.
Los Educadores de Calle han repartido unas 400 mascarillas y más de 500 prendas de ropa y calzado.
La empresa Arkisocial ha sido la adjudicataria de este servicio por su experiencia y al presentar la mejor oferta.
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