Para los hosteleros que han abierto significa más trabajo y más personal. Para los melillenses es una buena noticia ya que, consideran que con responsabilidad y haciendo caso de las medidas de seguridad, el riesgo de contagio en estos establecimientos es muy bajo
Este lunes algunos melillenses han podido disfrutar de un desayuno sentados en una terraza y es que, desde hoy, comienza la primera fase de la desescalada para la hostelería de Melilla. Podrán servir en las terrazas con un máximo de 10 mesas y 4 personas por mesas. A pesar de los gritos de auxilio de este sector, no ha sido fácil encontrar una cafetería abierta.
Esto ha propiciado que las que sí han conseguido abrir, tengan colas de clientes esperando para poder disfrutar de un desayuno precovid.
Este pequeño balón de oxígeno ha significado, como ejemplo en la cafetería La Selecta, la contratación de más personal para atender todas sus mesas.
Los melillenses, tienen disparidad de opiniones sobre la apertura de las terrazas. En su mayoría, los clientes creen que, con las medidas de seguridad, no existe riesgo, por otro lado, y con la Navidades a la vuelta de la esquina, creen que es algo precipitado.
En general, un halo de esperanza hacia la nueva normalidad, algo que vendrá sólo, con la responsabilidad de que cada uno de nosotros.
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