Dentro de la Operación TESEO, la Guardia Civil ha detenido a un hombre en Melilla por acosar y coaccionar a mujeres, y se le ha imputado varios delitos de coacciones y contra la intimidad. El varón incluía a las víctimas a chats sin su consentimiento y las chantajeaba para obtener favores de índole sexual, además de registrar perfiles falsos con imágenes de las mujeres, con el fin de que recibieran mensajes y vídeos pornográficos.
La investigación inició el pasado mes de septiembre, cuando varias mujeres denunciaron haber sido incluidas, sin su consentimiento, en distintos chats de índoles sexual de distintas aplicaciones de mensajería. En las mismas aparecían imágenes y vídeos suyos tomados mientras practicaban deporte como usuarias en un gimnasio de la ciudad.
La Unidad Orgánica de Policía Judicial de Melilla, comenzó las labores de investigación, solicitando a los distintos operadores de telefonía móvil numerosos datos que una vez analizados establecieron que el autor de los hechos utilizaba varias líneas de teléfonos para acosar y coaccionar a varias mujeres.
Además, con el fin de ocultar su verdadera identidad, utilizaba distintas líneas móviles a nombre de un tercero, cuya identidad pertenecía a un residente en el extranjero. El autor también adquiría terminales móviles de marca y modelo con las características DUAL SIM, cuyo sistema permite tener dos líneas de teléfono en un mismo dispositivo.
El rastreo de los dispositivos desde donde contactaba con las víctimas, así como el análisis de los numerosos datos aportados por las distintas operadoras móviles, determinó que se trataba de una persona cercana a las víctimas, concretamente un trabajador del gimnasio, quien aprovechaba esta condición para acceder a los teléfonos de las usuarios en la base de datos del centro deportivo.
El presunto autor usaba un perfil falso para interactuar y publicar el contenido audiovisual de las mujeres con el objetivo de intimidarlas y acosarlas sexualmente. Para infringir más daño, también registraba perfiles falsos en canales y chats de índole sexual, con imágenes de las víctimas, algo que llegó a que las mujeres recibieran todo tipo de mensajes sexuales y vídeos pornográficos.
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