La asociación profesional recuerda que la embarcación donde navegaban un miembro de los GEAS y dos buceadores, pretendía ayudar a la lancha cuyo patrón, ahora hospitalizado y detenido, intentó zafarse con una maniobra que provocó, según varios testigos el vuelco y la caída al agua de los once ocupantes, rescatados todos con vida.
JUCIL lamenta que deba de ser una asociación profesional y no la Dirección General o el Ministerio del Interior quien asuma la defensa pública de los guardias civiles en sus intervenciones en favor de la vida y del orden público
«Es como si acusaran a los ocupantes de una ambulancia de haber sacado de la carretera al vehículo accidentado al que van a socorrer» argumenta Agustín Leal, secretario de comunicación de la asociación profesional Justicia para la Guardia Civil (JUCIL). Esta entidad reclama de nuevo que se permita a los guardias civiles el uso de cámaras unipersonales para grabar sus intervenciones «y así dejar constancia clara y evidente de la manera en la que llevamos a cabo nuestro trabajo y acabar con insidias como la que algunos pretenden promover respecto del rescate de la patera con once inmigrantes que volcó el lunes 31 de junio pasado cerca de Melilla», agrega Leal.
«Este verano la media es de cerca de cuarenta personas que intentan llegar a Melilla a nado y, la embarcación de la Guardia Civil navega por esta zona para ayudar y evitar los ahogamientos de migrantes» explica Agustín Leal. «Esta embarcación de goma, tiene por tripulación a un miembro del GEAS (Grupo de Especialistas en Actividades Subacuáticas) y a dos del NIR (nadador de intervención y rescate) que están especializados en colaborar para evitar tragedias», narra el secretario de Comunicación de JUCIL.
Profesionales del rescate
La embarcación patroneada por el integrante del GEAS se colocó en paralelo a la patera, de fibra y sobrecargada con once personas a bordo, para una primera identificación y entonces, y según varios testigos, el patrón de la misma intentó una maniobra, posiblemente para zafarse de este control. La proa, muy baja por el sobrepeso, pasó por debajo de la goma de la barca de los guardias civiles y volcó. «La rápida actuación de los nadadores y la colaboración de varias personas facilitó el rescate de todos los migrantes. De todos, incluida la esposa y el hijo del patrón que ha sido detenido.
Con imágenes de las cámaras de los guardias civiles podríamos tener la constancia de lo que sucedió y evitaríamos los términos insidiosos y fuera de tono que han utilizado algunas personas contra los guardias civiles que actuaron en para rescatar y poner a salvo a todas las personas en este incidente. Como así ha sido», recuerda Agustín Leal.
La versión de los testigos
Varios testigos han confirmado a JUCIL esta versión de los hechos. «Tendríamos la seguridad de lo que ha pasado si dispusiéramos de cámaras. Hemos llegado a pedir que se nos permita portarlas, aunque las compremos nosotros. No se nos ha autorizado», resalta Leal. «Las imágenes grabadas facilitarían mostrar la versión real de lo ocurrido, sin que nos veamos, una vez más, en la necesidad de desmentir versiones interesadas, o directamente falsificadas con oscuros intereses bien distintos a que se conozca la verdad. Son muchos los guardias civiles que a lo largo del año se ven envueltos innecesariamente en este tipo de circunstancias·», comenta el representante de JUCIL.
Sin defensa de la Dirección General o del Ministerio
JUCIL reclama también que sea el Ministerio del Interior quien asuma la defensa jurídica de los guardias civiles en sus intervenciones. «Es triste que deba de ser una asociación profesional, como es JUCIL, la que se ocupe de la defensa, en los juicios paralelos en los medios de comunicación e incluso en los tribunales a los guardias civiles frente a las numerosas acusaciones a las que se enfrentan al cabo del año muchos de los integrantes por actuaciones que han sido absolutamente lícitas, pero en las que se ven envueltos por motivos dispares, desde venganzas, hasta búsqueda de indemnizaciones impropias y otras muchas situaciones en las que la Administración abandona a su suerte a sus servidores públicos», acusa Agustín Leal.
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