La ya ex directora médica y gerente en funciones del Hospital Comarcal de Melilla, María Elisa Perlado del Campo, denunciará su cese y, posiblemente, también tome acciones legales contra Omar Haouari, director territorial del INGESA, tras haber sufrido humillaciones por parte del máximo responsable de la institución a nivel local.
El último suceso ha ocurrido este mismo sábado, cuando Perlado acudió al centro hospitalario por una consulta médica. Ha sido en ese momento cuando se le ha intentado impedir el paso por parte de seguridad, una acción ordenada, al parecer, por Omar Haouari. Finalmente, Perlado acudió a su cita, ya que otra médico salió a defenderla al tratarse de una paciente.
Junto a esto, Perlado ha hecho público un escrito donde describe lo que sucedió este pasado viernes, jornada en la que fue cesada de su puesto. Señala que esta decisión llegó sin previo aviso, con «efecto inmediato y solicitado por el director Territorial, Omar Houari, y aceptado por la subdirectora general de la Gestión Sanitaria del INGESA.
Pero, además, en este comunicado, publicado por la misma Elisa Perlado, la ex directora médica señala que, a pesar de desconocer los motivos concretos de su cese, Omar Haouari, no se dirigía hacia ella, ni le contestaba a sus llamadas telefónicas. También apunta que el director territorial del INGESA le daba órdenes a través de terceras personas y la ha apartado de actos científicios en los que «siempre ha estado el gerente y la dirección médica».
Concluye Perlado en que ha habido más humillaciones en este sentido: «Quizás por ser mujer». Ante esto, Perlado ya ha hablado con su abogado para tomar acciones legales «para depurar responsabilidades en el ámbito que corresponda», incluso en el ámbito penal si se diese el caso.
Perlado también señala en su comunicado que se negó a firmar su cese y que, a posterior, convocó al personal del Hospital para despedirse, convocatoria que fue revocada por el director de gestión, al parecer por orden del director territorial del INGESA. Después de esto, Perlado indica que al volver al que era su puesto de trabajo se encontró que no podía acceder a sus archivos «por orden de Omar, que mandó que me cerraran totalmente el acceso».
«A los pocos minutos, ha acudido el subdirector de Gestión, por orden del director de Gestión y el director Territorial, para que estuviera conmigo mientras recogía y que me impidiera llevarme el ordenador», así relata la ex directora médica, quien matiza que ella nunca ha tenido portátil, ni un móvil del INGESA.
La exgerente en funciones insiste que desconoce el motivo y «ninguna razón profesional» que explique su cese. «La situación me parece insólita, propia de una dictadura y, no la entiendo en la España de 2023. Hay una desproporción absoluta en la forma de actuar, a mi modo de ver, incomprensible», manifiesta Perlado en el escrito.
Se el primero en comentar