El responsable del área indica que, desde que se tuvo conocimiento de dichos contagios, INGESA activó el procedimiento para rastrear todos los posibles contactos de dichos empleados, aunque, hasta el momento, no se ha procedido realizado ningún análisis a los menores acogidos, ya que, en palabras del consejero, una de las trabajadoras se encargaba de la planificación y apenas tenía contacto con los usuarios.
En cuanto a la posibilidad de limitar la entrada y salida de estos jóvenes, Ahmed apunta que los monitores intentan convencer a los adolescentes de permanecer en el centro, aunque no pueden prohibir dichos movimientos.
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