La Policía Local interceptó un vehículo el pasado domingo, en la carretera de Farhana, que portaba escombros y que momentos antes, en las inmediaciones del Cerro de Palma Santa, su conductor acababa de realizar un vertido en la vía pública.
Los hechos se produjeron sobre las 11:30 horas aproximadamente cuando la Sala Operativa del 092 recibía varias llamadas telefónicas, de particulares, denunciando que estaban observado a un vehículo todoterreno de color rojo del que estaban sacando escombros y arrojándolos a la vía pública.
Así pues, se requirió la presencia de un indicativo policial para que se desplazaran al lugar donde al parecer se estaba produciendo los hechos mencionados; facilitándoles la matrícula, marca y modelo, así como el color del coche.
Es entonces cuando por la carretera dirección a Farhana localizan al vehículo en cuestión, que circulaba alejándose del lugar de donde se le había observado realizando el vertido. Por tales hechos, procedieron a darle el alto y comprobar la carga que portaba en el maletero, observando cómo estaba repleto de sacos de escombros.
En los instantes en los que intervenían en la identificación del conductor del todoterreno, se acercó a los agentes un particular que les informó que él había sido testigo presencial de cómo el conductor del vehículo era el responsable y autor de la descarga de escombros en las cercanías del Cerro de Palma Santa momentos antes a la paralización del vehículo por parte de la Policía Local.
Asimismo, el conductor interceptado y responsable de los hechos relacionados con los escombros, reconoció que, efectivamente, había realizado el vertido de cuatro sacos de los deshechos de obra en la vía pública.
Por ello, se le informó que iba a ser denunciado por el Reglamento para la Recogida de Residuos Municipales en la Ciudad Autónoma de Melilla, por arrojar escombros en la vía pública.
Este reglamento recoge multas hasta 3000 euros por incumplir la norma que prohíbe verter escombros en lugares no autorizados.
A su vez, también hace mención a que las personas infractoras están obligadas a retirar los residuos abandonados y limpiar el espacio que hubieran ensuciado y, en caso de no hacerlo, lo haría la Ciudad Autónoma, imputando lo costes correspondientes por los servicios prestados.
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