Este domingo, el Melilla Puerto acogió un acto organizado por la Consejería de Distritos, Juventud y Participación Ciudadana en colaboración con una entidad privada, con la Escuela de Arte Miguel Marmolejo y con el Instituto Rusadir para exponer la moda rifeña y árabe en un desfile de modelos.
Un acto que se catalogaba como benéfico ya que, para acceder al evento, era necesario la compra de una entrada que costaba 10 euros, y que, según explicó ante los medios la viceconsejera de Incidencias y Línea Verde, Yonaida Sel Lam, el coste íntegro sería destinado “a ayudar a las familias vulnerables”, aunque se desconoce la organización solidaria a la que va destinada el importe para su gestión.
Algunos de los asistentes supieron in situ que para acceder a este evento era necesario un coste previo, que se tenía que realizar en la puerta de acceso si no se había adquirido la entrada en el punto de venta que señalaban “se había dispuesto”.
Los carteles del evento, facilitados por la propia Consejería, no aportaban información alguna sobre el precio de la entrada, ni de los puntos de venta, ni tampoco a dónde irá destinado el dinero recaudado. Tan solo, en la entrada que algunos de los usuarios tenían, reflejaba el precio y, bajo él, se detalla que lo recaudado “irá destinado a los pobres”.
El objetivo del desfile era traer las últimas tendencias de moda de lugares como Catar, Dubai, Turquía, Marruecos y España. Sobre la pasarela se pudieron ver nuevas modalidades de kaftanes que “rompían” con la línea estilística más tradicional.
Se el primero en comentar