El presidente de la Ciudad señala que las mascarillas que finalmente se retiraron se compraron en base a criterios de calidad y que se adquirieron porque había falta de suministros. Eduardo de Castro señala que su eficacia a la filtración es del 76%, algo que no llega al 95% exigido pero que aún así siguen cumpliendo su función.
El presidente local defiende la gestión realizada con la partida de mascarillas KN45 que se retiraron y que se distribuyeron el 28 de abril. Eduardo de Castro resalta que la alerta de Consumo llega en mayo pero que dichos elementos de seguridad contaban con todos los permisos y requisitos necesarios para su compra.
De Castro explica que dada la escasez de material que había, las autoridades decidieron permitir la adquisición de otras mascarillas que no fuese las FFP2.
El presidente melillense indica que este problema lo han tenido autonomías como Andalucía o Madrid.
Critica que se haya creado una alarma innecesaria en torno a esta cuestión.
Sobre la denuncia que le interpondrá el Sindicato de la Policía Local de Melilla, De Castro no se muestra preocupado y les invita a que lo hagan.
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