El presidente del Gobierno local, Eduardo De Castro, se pronunciaba este pasado sábado con respecto a las tres medidas que componen el «Plan B» de la Consejería de Medio Ambiente para solventar los problemas que se están produciendo con el suministro del agua. En este sentido, el responsable del Ejecutivo melillense calificaba las tres opciones (buscar más pozos, una desaladora portátil o un buque cisterna) como «difíciles».
El presidente autonómico señalaba ante los medios de comunicación que estas medidas son las que se estaban considerando, pero que el Consejo de Gobierno no ha elegido aún ninguna de ellas. Así pues, para De Castro una de las soluciones es hablar con el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
«Espero el lunes poder contactar con los responsables del Ministerio y si me tengo que desplazar hasta Madrid de la manera que sea, lo haré. Porque es un tema muy importante, muy concreto y que es antiguo», apuntaba De Castro.
En este mismo sentido, el responsable del Gobierno local señalaba que el coste de 7 millones de euros más, que perjudican a los presupuestos planteados, no es en sí por el agua, sino que es un coste derivado del gasto energético. «Esos 7 millones no son por el agua en sí, sino por la energía. Vamos a tener que pagar por energía para que la planta pueda funcionar ese importe. Evidentemente es una cantidad que no estaba prevista y que desvirtúa el planteamiento de los presupuestos que teníamos e igual que se paga otras cosas que se aporte por parte del Ministerio», explicaba el presidente.
Posición ante la propuesta del PP
Este pasado viernes, la diputada popular, Fadela Mohatar, a raíz de la comparecencia del líder cepemista Mustafa Aberchán por este mismo tema sobre el suministro del agua, instaba al actual Ejecutivo local a que dimitiese de manera «inmediata y en bloque».
Ante esto, el presidente autonómico contesta ante los medio señalando que «no tiene nada que ver el Gobierno con que se rompa una pieza de la maquinaria y que suba el precio de la luz para administrar el agua» e, inmediatamente agregaba que «decir tonterías sale gratis».
En cuanto a las críticas, también del Partido Popular, sobre los enfrentamientos entre los socios de gobierno, PSOE y CpM, De Castro señalaba que «son enfrentamientos que nunca se va a producir en un gobierno monocolor con mayoría absoluta, al menos de cara al público, porque el gobierno del señor Imbroda tenia rifirrafes detrás de las cortinas. Siguen teniéndolo por cierto, hay un 30 por ciento de votos que se ha llevado el señor Lence y será por algo; será porque no todo el mundo está de acuerdo con el presidente Imbroda, entre ellos yo».
Por su parte, lanzaba ante los medios una crítica dirigida a la formación azul. El responsable del actual gobierno de la Ciudad, afirmaba que «hay que saber retirarse a tiempo y también medir los tiempos. Que resuelvan sus problemas, que dejen de hacerse las víctimas; cada vez que hay una de ellas es porque hay un verdugo y en este caso, los verdugos son buscados. Nos disfrazas de esto para ir de víctimas» y agregaba, en contra de la diputada popular, que «la señora Fadela se ocupe de otras cosas, que tiene por ahí más cosas de las que ocuparse».
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