La Comisión Islámica de Melilla (CIM) ha rechazado, a través de un comunicado, que se den actividades y se enseñen a los alumnos contenidos en relación a la diversidad de las familias y la educación afectivo-sexual, donde también entran personas LGTBI.
«Rechazamos los procedimientos establecidos para el desarrollo de las actividades extraescolares LGTB y sus propios contenidos, por considerarlos contrarios a los aspectos morales que tienen su formación en el núcleo de la familia musulmana, como contexto socio afectivo y socioeducativo del alumno», manifiesta el comunicado publicado ayer, martes, 4 de octubre.
Esta «polémica» ha salido a la luz a raíz de que un centro educativo publicó en sus redes sociales contenido sobre cómo se enseña la diversidad dentro del núcleo familiar, algo que no ha visto con buenos ojos la CIM.
Sin embargo, esta organización no ha sido la única que rechaza este modelo de educación, y es que este miércoles, Vox Melilla también se ha quejado de que se imparta educación sexual, llamándola «ideología de género». Por ello, desde la formación reclama que se aplique el PIN Parental.
Además, tanto Vox Melilla como la Comisión Islámica de la ciudad han apelado a criterios morales y religiosos para que no se dé estos contenidos a los niños. «Cada familia puede hacer valer su derecho a escoger una educación conforma a sus ideas y valores… debe haber una educación respetando los principios morales y religiosos de cada familia», manifiesta Sendy Nanwani, vicesecretaria de afiliación de Vox Melilla.
Tanto la formación política como la organización musulmana también apelan al papel de los padres y de si estos consienten que se imparta contenidos donde se hable de distintos tipos de familias como las monoparentales o en las que la pareja es homosexual. Ambos organismos también han expuesto que esto se trata de adoctrinamiento. «Para Vox, el PIN Parental protege de discursos ideológicos y sectarios», afirman desde la formación.
«Consideramos como una flagrante vulneración de los derechos fundamentales de las personas, un ataque directo a las libertades y derechos constitucionales, un adoctrinamiento y alineación forzosa en la comprensión de lo moral, y una reducción o anulación de la potestad y del derecho de los padres», afirman desde la CIM.
Asimismo, ambas organizaciones dicen que dar información a los niños sobre sexualidad y diversidad supone una «vulneración a la libertad» de los padres y señalan que no se informaron a estos de que se da educación afectivo-sexual en los colegios, a pesar de que hay guías e informes sobre este asunto.
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