Después de dos semanas de los incidentes ocurridos en la frontera de Melilla donde murieron 23 personas (37 según ONGs marroquíes), la Unión Europea y Marruecos se han comprometido a impulsar nuevos mecanismos de cooperación operativa en materia de lucha contra el tráfico de personas. Para ello, el país alauí y la Comisión Europea incluirán principalmente el apoyo a la gestión de fronteras, el refuerzo de la cooperación policial, incluyendo investigaciones conjuntas sobre lo ocurrido hace dos semanas, la sensibilización frente a los peligros de la inmigración irregular y el fortalecimiento de la cooperación con las agencias de la Unión Europea.
Tras este encuentro en Rabat, el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, la comisaria de Interior de la Unión Europea, Ylva Johansson, y el titular de Interior de Marruecos, Abdelouafi Laftit, han acordado «profundizar en la gestión de la inmigración irregular» y a «hacer frente de una forma decidida a las organizaciones criminales que utilizan la violencia y usan a los inmigrantes».
En este sentido, desde Interior lamentan el fallecimiento de las personas migrantes el pasado 24 de junio y desean el restablecimiento «a la mayor brevedad de los gendarmes marroquíes y de los guardias civiles españoles que resultaron heridos» en el salto a la valla fronteriza.
Marlaska ha vuelto a reiterar el compromiso de España dentro de la Unión Europea para «seguir avanzando en la coordinación y la cooperación con los países de origen, con los países de tránsito, especialmente con Marruecos quien está realizando un trabajo de contención hacia la inmigración irregular importante y que debe ser reconocido». Así lo ha expresado el ministro para añadir que se sigue en ese camino de coordinación «con el fin de hacer frente decidido a la inmigración irregular y con una finalidad clara que no es otra que la de salvar vidas”.
Según apunta el Ministerio de Interior, en el ámbito migratorio, «España trabaja de forma decidida en la cooperación con los países de origen y tránsito y en la lucha contra las mafias que trafican con personas, tanto a través del intercambio de información operativa y como mediante acciones conjuntas». Aseguran que los mecanismos establecidos en estos terrenos «permiten atajar en origen el 40% de movimientos de migratorios irregulares, lo que también conlleva 40% menos de vidas que se ponen riesgo en travesías».
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