La Unidad Contra la Violencia de Género organiza un taller de yoga, técnicas de relajación y cuidado para mujeres

La Unidad Contra la Violencia de Género ha organizado un taller de yoga, técnicas de relajación y cuidado para mujeres, dentro de las actividades llevadas a cabo con motivo del 8M.

Al taller, que tuvo lugar ayer y que fue impartido en el Centro Sociocultural Religiosas de María Inmaculada por la Historiadora e investigadora de Culturas Antiguas, Profesora de Yoga y Terapeuta, Inmaculada Gaitán, pudieron asistir mujeres en situaciones de vulnerabilidad y víctimas de violencia de género y sus hijos e hijas.

Tal y como ha explicado la Jefa de la Unidad, Laura segura, al mismo asistieron mujeres de las casas de acogida, así como otras mujeres que se derivaron desde el Centro de Información y Atención a la Mujer,  Melilla Acoge, Movimiento por la Paz, Médicos de Mundo y la Asociación Caridad Virgen de la Luz y del propio Centro  Sociocultural Religiosas de María Inmaculada.

“Fue un taller que se desarrolló en familia, donde madres e hijos pudieron realizar una actividad conjunta, haciéndose partícipe a trabadoras de las propias casas y organizaciones, lo que supuso una actividad de encuentro y muy enriquecedora  para todas la personas que participaron en él”, ha señalado Segura.

Además, ha apuntado que en este taller se habló de cómo las preocupaciones y el estrés del día a día perjudican nuestra salud física y mental, cómo podemos ir cambiando factores como la alimentación para crear buenos hábitos y de los beneficios que tiene el yoga terapéutico para la salud mental y física.

Así, en esta sesión, se hicieron técnicas de respiración y se platearon ejercicios de estiramiento en una silla. Se realizaron también dinámicas de expresión corporal para liberar tensiones y finalmente una relajación guiada para cada parte del cuerpo con sonido de cuenco de cuarzo.

Las actividades se ajustaron también al gran número de menores que participaron y se realizaron con expresión corporal y cantando cuentos divertidos y dinámicos.

“Diversos estudios sobre el efecto de la práctica de yoga en grupos de mujeres víctimas de violencia de género, afirman que el yoga reporta grandes beneficios físicos: mayor flexibilidad en el cuerpo, aumento en la capacidad de relajación  y mejora de la capacidad de respiración, alivio o mejoría en dolores crónicos de espalda y cabeza”, ha explicado Segura.

Pero es más, “en la dimensión psicológica los principales beneficios que reporta son aumento de la autoestima, mayor auto aceptación y control sobre la emociones”, ha apostillado.

En este sentido, la Jefa de la Unidad ha señalado que la práctica de yoga para mujeres víctimas de la violencia de género se centra en la recuperación del cuerpo para la vivencia de la autonomía. “Se trata de recuperar el cuerpo para la vivencia de los sentimientos y pensamientos para sanar su vida”, ha apuntado.

“Es muy importante articular este tipo de actividades en ámbitos y organizaciones sociales, entidades públicas que incidan en acciones para la protección, el cuidado de la vida y el cuerpo de las mujeres víctimas de violencia de género”, ha concluido.

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