La Sección sindical CSIF prisiones, ante los acontecimientos que vienen ocurriendo en el centro penitenciario de Melilla, han llevado a cabo un comunicado pidiendo la dimisión irrevocable del director de la institución, Francisco Rebollo, por estos motivos:
1.- La gestión de la pandemia de COVID por parte del equipo directivo, con el director a la cabeza, como máximo responsable, la cual la han calificado de «desastrosa», inhibiéndose de tomar iniciativa alguna para afrontar las consecuencias de la pandemia. También lo acusan de ir «a remolque» de las peticiones y solicitudes realizadas por los trabajadores del centro, a través de sus representantes sindicales y su respuesta, generalmente «tarde y mal», afectando esa inacción en las personas privadas de libertad.
2.- La dejación de funciones de Francisco Rebollo en la fuga de un interno, acaecida en septiembre de 2020, y que finalizó con un expediente disciplinario a dos funcionarios, suponiéndoles una sanción de siete meses de suspensión de empleo y sueldo, así como la pérdida de su puesto de trabajo en Melilla.
En ese sentido, el director de la prisión era consciente, por distiontos informes previos, que dicha fuga se produjo por fallos estructurales de la propia prisión. Muchas de estas carencias se han solventado tras la visita de los inspectores, sin embargo éste no ha asumido ninguna responsabilidad, ni tampoco el subdirector de seguridad, descargando toda la culpa en los dos trabajadores.
3.- A ello se suma la fuga a Marrueos, mediante el uso de motos de agua, protagonizada hace unos meses por tres internos de dicha nacionalidad y sin vinculación con la ciudad, durante un permiso. Siendo toda´vía más «llamativo» y «desconcertante», que dichos internos retirasen todo el dinero de su cuenta de peculio antes de salir, quedando perplejos los trabajadores ante la resolución positiva de esos permisos a reclusos que tienen aparejada la orden de expulsión del territorio nacional, siendo único responsable el director del C.P. de Melilla, quien orienta, dirige y coordina la política penitenciaria de los permisos de salida.
4.- Otro aspecto al que han aludido es la «abosluta» sensación de desamparo y menosprecio que dicen sentir los trabajadores por parte del director, sobre todo en estos últimos dos años de trabajo coexistente con el virus del Covid-19 en las instalaciones. Para ello han aludido a su compromiso en situaciones exigentes, como el día del ingreso en prisión de los 33 inmigrantes implicados en los incidentes vividos en esas fechas en el CETI, sin prácticamente medios de EPI, resultando seis de ellos positivos en COVID.
Según el escrito, Francisco Rebollo no hizo ademán de no interesarse por los compañeros que estuvieron trabajando ese día en contacto directo., ni tampoco en estos meses, en los que han llegado a registrar un pico de 66 internos positivos con COVID, y que han podido afrontar doblando turnos, recibiendo a cambio la omisión de solicitud para su plantilla de una productividad extra por dichos esfuerzos, permitiendo que tanto él como sus mandos sí cobraran dicho plus por productividad.
5.- Además, tampoco se sienten respaldados ante los distintos incidentes regimentales, de agresiones e insultos que han sufrido durante su gestión, acusándole de «ponerse de perfil» y eludiendo cualquier tipo de responsabilidad.
6.- Por último, lo han señalado por su falta de interés en responder cualquier tipo de escrito y reclamación realizado por el personal, y sin iniciar ninguna actuación ante las sugerencias de mejora que le han sido planteadas (plan de choque contra plagas de mosquitos, cucarachas y roedores que circulan libremente por las dependencias., los olores fecales, nauseabundos e insalubres en distintos departamentos, etc).
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